El riacute;o Lot era el ai±adido ideal para movilizar las articulos del paiacute;s.

Las tierras y climas de esta regioacute;n Son adecuadas Con El Fin De la produccioacute;n agriacute;cola asi­ como agroindustrial. Situada a la altura de 300 metros snm desplazandolo hacia el pelo con un reacute;gimen de precipitaciones sobre 600 miliacute;metros anuales, el departamento de Lot se ha distinguido tradicionalmente por el cultivo sobre vintilde;as, frutales (manzanas, nogales, ciruelas, castantilde;as), trufas, tabaco, fresas asi­ como ganaderiacute;a inferior (ovejas asi­ como cabras) y no ha transpirado arti­culos agroindustriales (vinos, quesos, conservas). La leyenda sobre todos estos pueblos estuvo marcadamente signada por esos arti­culos Con El Fin De las que habiacute;an evidentes ventajas comparativas; gracias al riacute;o Lot se podiacute;an producir cantidades considerables por motivo de que las excedentes se comercializaban en mercados externos.

Las condiciones naturales de esta regioacute;n sedujeron a las romanos que la incorporaron al Imperio en un lugar preferente.

La poblacion sobre Cahors, convocatoria Divona, fue un dinaacute;mico circulo de actividades econoacute;micas, sociales, poliacute;ticas y no ha transpirado culturales durante la eacute;poca romana. Alliacute; se levantaron notables obras puacute;blicas, incluyendo un conducto sobre 30 km sobre longitud, teatro con capacidad para de 5.000 plazas, un puente acerca de el riacute;o Lot desplazandolo hacia el pelo un nucleo termal. Parte de estas colosales construcciones todaviacute;a son visibles en la localidad (Gascoacute;, 2011; Daymard, 2013). Se dieron entonces las condiciones Con El Fin De la expansioacute;n agriacute;cola. “La tranquilidad romana permitioacute; a las cadurques aumentar la extensioacute;n sobre las cultivos; plantas extranjeras importadas por las romanos fueron aclimatadas, tales como #45;se dice#45; el noguera, el castantilde;o, el cerezo, el parel. Hacia esta eacute;poca, la vintilde;a se extendioacute; en las colinas, produciendo un morapio comparado desde el siglo VII con las superiores crus sobre Italia” (Saint#45;Marty, 2011). En objetivo, en el periacute;odo romano se produjo el origen sobre la tradicioacute;n vitiviniacute;cola sobre Cahors. Ciertos autores sostienen que alrededores del antilde;o 20 despueacute;s sobre Cristo se introdujo alliacute; la cepa llamada basilica o biturica, lo que contribuyoacute; al crecimiento sobre la viticultura en la regioacute;n (Soyez, 1978). Otros acadeacute;micos se inclinan a meditar que la aparicion de la parra se demoroacute; un siglo maacute;s (alrededores del antilde;o 150 despueacute;s de Cristo), procedente de Italia, trasladada por los romanos. Tambieacute;n se considera viable que esta cepa haya llegado de diferentes porciones de Europa. Lo que estaacute; claro podri­a ser alliacute; se cultivoacute; tempranamente esta variedad (Beezley, 2005). La tradicioacute;n vitiviniacute;cola del sudoeste franceacute;s se remonta a los primeros antilde;os de la era cristiana. Los habitantes de esta regioacute;n desarrollaron extremadamente ri?pido el haacute;bito de cultivar las vintilde;as, elaborar los vinos; parte sobre la produccioacute;n se consumiacute;a en la billete, asi­ como parte se comercializaba, aprovechando las facilidades para el transporte fluvial. En este contexto surgioacute; el Malbec, en un segundo todaviacute;a no establecido con precisioacute;n.

La ubicacioacute;n geograacute;fica de Cahors facilitoacute; las exportaciones sobre vinos. Las barriles sobre caldo se trasladaban en pequentilde;as balsas por las riacute;os Lot y no ha transpirado Garona, y llegaban raacute;pidamente a las circuitos comerciales. A lo largo de el Imperio Romano el morapio sobre Cahors fue apreciado por las eacute;lites. Asiacute; se refleja en obras de los autores claacute;sicos, especialmente Horacio y no ha transpirado Virgilio (Beezley, 2005). Desde el punto sobre vista comercial, la localizacioacute;n de Cahors significaba una desventaja respecto sobre las vinos sobre la cuenca del Mediterraacute;neo, que llegaban en forma maacute;s expedita a los mercados de las principales metroacute;polis imperiales. Sin embargo la situacioacute;n se invertiacute;a en relacioacute;n con los mercados del norte, particularmente los de Gran Bretantilde;a. La conquista sobre esa regioacute;n por pieza de estas legiones romanas generoacute; un nuevo mercado Con El Fin De las vinos; las caldos del sudoeste franceacute;s pasaron a tener prerrogativas comparativas en proporcioacute;n a los mediterraacute;neos. Por tanto, Ahora en la Antiguuml;edad se produjo el conexion entre las vinos del sudoeste franceacute;s desplazandolo hacia el pelo las consumidores del espacio britaacute;nico, lo cual contribuyoacute; a estimular la economiacute;a sobre esta regioacute;n asi­ como definir su vocacioacute;n vitiviniacute;cola (Soyez, 1978).

Crisis y no ha transpirado apogeo del vino de Cahors en la perduracion Media

En la Edad Media la situacioacute;n cambioacute; totalmente Con El Fin De Cahors. Falto la proteccioacute;n del Estado, sus feacute;rtiles tierras desplazandolo hacia el pelo las riquezas se convirtieron en codiciado botiacute;n Con El Fin De los baacute;rbaros; y no ha transpirado el riacute;o Lot, de disposicion de el transporte se transformoacute; en amenazante viacute;a sobre via Con El Fin De las invasores. La comunidad sobre Cahors se aprestoacute; an enfrentar las siglos maacute;s complicados sobre su historia. En el antilde;o 574 Cahors fue saqueada e incendiada (Vireacute;, 2000; Saint#45;Marty, 2011). Las invasiones sobre los musulmanes tambieacute;n dejaron huella en la regioacute;n. En 731 un ejeacute;rcito conducido por el haacute;bil taacute;ctico Abd el Rahman, invadioacute; la Gasconia, asoloacute; e incendioacute; varios pueblos, entre ellos Cahors, “matando desprovisto piedad a todos los infieles que se rehusaban a adorar a Mahoma; gran cantidad de aquitanos salvaron su vida mediante la conversioacute;n raacute;pida, ello ocasionoacute; la recristianizacioacute;n vigorosa detras de la partida de las sarracenos” (Soyez, 1978; Saint#45;Marty, 2011). A las invasiones musulmanas siguieron las penetraciones de las normandos en el siglo IX. Los fabricados sobre brutalidad se multiplicaron despueacute;s, durante la Guerra sobre los Cien Antilde;os, signada por las constantes invasiones inglesas a la provincia del Quercy.